sábado, 10 de diciembre de 2011

Dietas erróneas

Debido a que la obesidad es una enfermedad crónica difícil de tratar, a su alrededor han surgido innumerables tratamientos "maravillosos", que no hacen otra cosa que desmotivar a los pacientes, ya que al prometerles grandes resultados (que nunca se cumplen a medio plazo) crean en ellos desconfianza y desazón. Dentro de esta oferta se encuentran las dietas "maravillosas", que en los últimos años han proliferado de forma extraordinaria, ofreciendo una información incorrecta y la obtención de unos resultados sin ningún tipo de esfuerzo. Esto ha llevado a que muchos pacientes, cansados de oír siempre lo mismo, fueran probando las distintas dietas que se les ofrecían. Algunas contienen toques exóticos, otras cómicos, pero la mayoría poseen un denominador común y es que a la larga son peligrosas y no sólo no consiguen cambiar los malos hábitos sino que acentúan los errores.

Cada año (y sobre todo antes del verano o después de las fechas navideñas, a las que nos vamos acercando) aparecen nuevas dietas para contrarrestar los excesos producidos en ambas épocas, muchas veces utilizando personajes famosos que aseguran la solución del problema del sobrepeso y la obesidad si se siguen sus postulados. En general estas dietas no tienen ningún fundamento científico y sí económico.
Comentaremos a continuación algunas de las muchas dietas que se han ofrecido a las personas con sobrepeso u obesidad:

a) Dieta de Montignac. Se basa en el índice glucémico de los alimentos. Considera a la insulina el centro del problema y estigmatiza a la glucosa, a la que considera un producto tóxico. Estas dietas están basadas en una reducción importante de los HC que se sustituyen por grasas. El peligro de estas dietas es que producen pérdidas de proteínas, son cetogénicas, lo que implica una acidosis metabólica, pueden hacer perder minerales a través de la orina (como el calcio), son muy ricas en colesterol, disminuyen la reserva de glucógeno, limitan el aporte de vitaminas hidrosolubles, son pobres en calcio y magnesio, aumentan el ácido úrico y el colesterol LDL, producen estreñimiento y pueden llegar a ocasionar trastornos cardíacos. Cuando estas dietas se mantienen durante un período de tiempo largo se produce una disminución de la masa muscular muy difícil de recuperar.

b) Dieta de la Clínica Mayo. Ha sido constantemente negada por la propia clínica de Rochester (los incrédulos pueden adquirir el "Manual de dietética de la Clínica Mayo"). Se trata de dietas desequilibradas con un alto contenido en colesterol.

c) Dieta adelgazante para mejorar la sexualidad. Es una dieta a base de marisco y vitamina E. Se trata de una dieta cara, rica en colesterol y desequilibrada, y ningún estudio ha confirmado sus "mágicos" efectos.

d) Dietas disociadas. Permiten ingestas sin límites, pero sin mezclar HC con lípidos o proteínas. El riesgo de estas dietas es que para mantener el suministro de glucosa se produce una pérdida de proteínas.

e) Dieta Dukan. La alta ingesta de proteína ha sido asociada a enfermedades crónicas como osteoporosis, cálculos renales, insuficiencia renal, cáncer, enfermedad cardiovascular y obesidad.