jueves, 5 de julio de 2012

Síndrome metabólico y estilo de vida

La contribución de factores genéticos en la aparición del síndrome metabólico o cualquiera de sus manifestaciones es incuestionable, aunque todavía no se conocen todos los genes implicados.
Sin embargo, para que se produzca la expresión genética, es imprescindible la contribución de factores ambientales, entre ellos, el más importante, el estilo de vida.

Y el ambiente actual, caracterizado por una existencia ilimitada de alimentos relativamente económicos, placenteros al paladar, altamente energéticos, ricos en grasa saturada y con elevado contenido en sodio, junto con un escaso nivel de ejercicio físico debido al sedentarismo, a la mecanización de tareas, las nuevas formas de transporte y la casi desaparición de los juegos cotidianos al aire libre en el caso de los niños y jóvenes, aunque también de mayores, favorece enormemente el desarrollo y la aparición silenciosa de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y dislipemias.

De hecho, se sabe que la epidemia actual de obesidad y sus consecuencias, en países desarrollados y otros en vías de desarrollo, no puede estar causada por ningún cambio genético, sino por la rápida transición de los factores ambientales.

Por lo tanto, cualquier tratamiento, sin un cambio en el estilo de vida, no se mostrará eficaz para luchar contra estas enfermedades.