martes, 1 de enero de 2013

Y después de Navidad, ¿qué?

Ha finalizado la cena de Nochevieja y ya es Año Nuevo. Han pasado las famosas 12 uvas y las comidas y cenas tan habituales en estas fiestas, en muchas ocasiones, con exceso de comida y, por tanto, un incremento de peso con respecto al inicio de las vacaciones. Llegado este momento, la mayoría establecemos nuestros propósitos para el nuevo año, y uno de los más recurrentes es el de "ponerme a dieta" para "quitarme esos kilos de más que he cogido en Navidad".

El propósito siempre es el mismo pero lo dificil es cumplirlo. Lo primero que debe venirnos a nuestra mente es: ¿de verdad estoy dispuesto a ello?, ¿ por qué lo quiero hacer?, ¿ merecerá la pena?. Las respuestas son claras y concisas: uno mismo es el que mejor se conoce y sabe de la fuerza de voluntad que tiene para afrontar el cambio. Por otra parte, si quiero hacerlo es porque, de verdad, quiero desarrollar un cambio en mi forma de alimentarme. Si no fuera así, sería una dieta más de tantas que muchas personas realizan y, además de abandonar, no proporciona los frutos deseados porque, vuelvo a repetir hasta la extenuación si fuera preciso que, los milagros y menos en forma de dieta, no existen.

Y, por último, ¡claro que merecerá la pena hacerlo! pero, como objetivo principal, debería primar un cambio en la manera de alimentarnos y en nuestros hábitos de vida. De esta forma, nuestros esfuerzos, se verán recompensados porque conseguiremos, sí conseguiremos, mantener el peso perdido a lo largo del tiempo. Y éste, y ningún otro, debería ser el propósito a la hora de realizar un plan de adelgazamiento: aprender a alimentarse es como montar en bicicleta o nadar, si nos lo proponemos, podemos hacerlo a cualquier edad, y eso que aprendamos, es un material que tendremos en nuestro cerebro para toda la vida, una serie de herramientas a las que podremos acudir siempre y cuando consideremos que no hemos hecho las cosas bien a la hora alimentarnos.

En resumen, ¿estás dispuesto a cambiar?. Si la respuesta es afirmativa, hay que ser consciente de que para perder esos kilos de más hay que cambiar muchas cosas en nuestra alimentación.
Recuerda una frase de Einstein: "si buscas resultados diferentes no hagas siempre lo mismo".

Y, por último, pídele consejo a un profesional de la Nutrición, que te ayude a afrontar el cambio de hábitos alimenticios y de estilo de vida que necesitas, así como supervise lo que estás haciendo, porque el riesgo físico a la hora de realizar cambios en el estilo alimentario es algo real y de lo que no todo el mundo es consciente.