sábado, 10 de diciembre de 2011

Dietas erróneas

Debido a que la obesidad es una enfermedad crónica difícil de tratar, a su alrededor han surgido innumerables tratamientos "maravillosos", que no hacen otra cosa que desmotivar a los pacientes, ya que al prometerles grandes resultados (que nunca se cumplen a medio plazo) crean en ellos desconfianza y desazón. Dentro de esta oferta se encuentran las dietas "maravillosas", que en los últimos años han proliferado de forma extraordinaria, ofreciendo una información incorrecta y la obtención de unos resultados sin ningún tipo de esfuerzo. Esto ha llevado a que muchos pacientes, cansados de oír siempre lo mismo, fueran probando las distintas dietas que se les ofrecían. Algunas contienen toques exóticos, otras cómicos, pero la mayoría poseen un denominador común y es que a la larga son peligrosas y no sólo no consiguen cambiar los malos hábitos sino que acentúan los errores.

Cada año (y sobre todo antes del verano o después de las fechas navideñas, a las que nos vamos acercando) aparecen nuevas dietas para contrarrestar los excesos producidos en ambas épocas, muchas veces utilizando personajes famosos que aseguran la solución del problema del sobrepeso y la obesidad si se siguen sus postulados. En general estas dietas no tienen ningún fundamento científico y sí económico.
Comentaremos a continuación algunas de las muchas dietas que se han ofrecido a las personas con sobrepeso u obesidad:

a) Dieta de Montignac. Se basa en el índice glucémico de los alimentos. Considera a la insulina el centro del problema y estigmatiza a la glucosa, a la que considera un producto tóxico. Estas dietas están basadas en una reducción importante de los HC que se sustituyen por grasas. El peligro de estas dietas es que producen pérdidas de proteínas, son cetogénicas, lo que implica una acidosis metabólica, pueden hacer perder minerales a través de la orina (como el calcio), son muy ricas en colesterol, disminuyen la reserva de glucógeno, limitan el aporte de vitaminas hidrosolubles, son pobres en calcio y magnesio, aumentan el ácido úrico y el colesterol LDL, producen estreñimiento y pueden llegar a ocasionar trastornos cardíacos. Cuando estas dietas se mantienen durante un período de tiempo largo se produce una disminución de la masa muscular muy difícil de recuperar.

b) Dieta de la Clínica Mayo. Ha sido constantemente negada por la propia clínica de Rochester (los incrédulos pueden adquirir el "Manual de dietética de la Clínica Mayo"). Se trata de dietas desequilibradas con un alto contenido en colesterol.

c) Dieta adelgazante para mejorar la sexualidad. Es una dieta a base de marisco y vitamina E. Se trata de una dieta cara, rica en colesterol y desequilibrada, y ningún estudio ha confirmado sus "mágicos" efectos.

d) Dietas disociadas. Permiten ingestas sin límites, pero sin mezclar HC con lípidos o proteínas. El riesgo de estas dietas es que para mantener el suministro de glucosa se produce una pérdida de proteínas.

e) Dieta Dukan. La alta ingesta de proteína ha sido asociada a enfermedades crónicas como osteoporosis, cálculos renales, insuficiencia renal, cáncer, enfermedad cardiovascular y obesidad.

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Qué es lo que no hay que hacer para perder peso?

-Intentar perder peso con tratamientos farmacológicos sin registro oficial.

-Seguir un tratamiento si no especifica su composición cuantitativa y cualitativa.

-Utilizar fórmulas magistrales (cápsulas milagrosas), en las que se mezclan diferentes compuestos como hormona tiroidea, diuréticos, anfetaminas, laxantes, cola de caballo, etc. El gran éxito de estos productos es que prometen pérdida de peso sin necesidad de someterse a una dieta. Sus peligros para la salud son evidentes: depresiones, psicosis, cuadros de ansiedad, hipertensión, arritmias cardiacas, fibrosis renal, tirotoxicosis etc. Actualmente están prohibidas por ley las asociaciones de dos o más principios activos para tratar la obesidad, así como los extractos de órganos o glándulas de origen humano o animal.

-La hormona tiroidea no sirve para tratar la obesidad y, además, favorece el consumo de proteínas y disminuye el calcio óseo, acelerando la osteoporosis.

-El uso de gonadotrofinas, diuréticos y laxantes no tienen ninguna indicación en el tratamiento de la obesidad.

-Hay que desconfiar de los tratamientos que prometen grandes resultados sin esfuerzo o sin dieta.

-Alejarse de las dietas que prometen rápidas pérdidas de peso, ya que la mayoría de estas dietas lo hacen a costa del agua corporal y la masa muscular, y no de la grasa como en realidad debería ser.

-Y, por supuesto, olvídese de la Dieta Dukan: http://www.naos.aesan.msps.es/csym/saber_mas/dietas/DietaDukan.html

miércoles, 26 de octubre de 2011

Complicaciones de la Obesidad


La obesidad, además de asociarse a un aumento de la prevalencia de diferentes enfermedades como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares o la dislipemia, es un factor de riesgo independiente, que se asocia a un aumento de mortalidad.

a) Diabetes Mellitus. Son muchos los estudios que relacionan el exceso de peso con un aumento de Diabetes Mellitus no insulinodependiente (DMNID). Estos datos avalan la tesis de que la obesidad es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la DMNID, hasta tal punto que el riesgo de diabetes aumenta paralelamente al incremento del IMC. Por contra, al disminuir el peso mejoran las cifras de glucemia y se optimiza el comportamiento de la insulina. Estos cambios muchas veces ya se producen con pérdidas moderadas de peso, que oscilan entre un 5 y un 10%.

b) Dislipemia. Las personas obesas tienden a presentar concentraciones altas de colesterol total, colesterol LDL (el denominado popularmente colesterol "malo") y triglicéridos, y valores bajos de colesterol HDL (conocido como colesterol "bueno o protector"). Esta tendencia hace que aumente el riesgo de aterogénesis. Al disminuir de peso, los parámetros alterados tienden a normalizarse, descendiendo los triglicéridos y el colesterol LDL, y aumentando el colesterol HDL.

c) Hipertensión arterial. La obesidad constituye un factor de riesgo tanto para su aparición como para su progresión. Aproximadamente el 50% de los hipertensos son obesos. Algunos estudios han valorado como más efectiva la pérdida de peso que el mantenimiento de una dieta baja en sal.

d) Enfermedades cardiovasculares. La obesidad por sí sola constituye un factor de riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares, a lo que hay que añadir la reciente asociación de otros factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el aumento de colesterol LDL o la disminución del colesterol HDL. Mención aparte merece la distribución topográfica de la grasa, considerándose un factor de riesgo cardiovascular la distribución de predominio abdominal (en forma de manzana).

e) Enfermedades digestivas. Los obesos presentan con mayor frecuencia litiasis biliar, esteatosis hepática y hernia de hiato.

f) Enfermedades respiratorias. Las personas con un exceso acentuado de peso movilizan menos los pulmones, con la consiguiente reducción del volumen pulmonar. Otra enfermedad relacionada con la obesidad es el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). Los pacientes afectados de este síndrome son roncadores importantes; mientras duermen sufren paradas respiratorias (apneas), y presentan hipersomnia diurna, cefalea, falta de concentración e insuficiencia cardíaca.s

g) Alteraciones óseas y articulares. Es lógico pensar que el exceso de peso provoca alteraciones sobre el sistema esquelético, ya que nuestro cuerpo no está diseñado para soportar sobrepesos importantes. La obesidad provoca una erosión constante sobre la articulación, que degenera con mayor una mayor rapidez y que da como resultado final una artrosis, sobre todo intervertebral, y de la rodilla, cadera y tobillo. En el niño en edad de crecimiento la obesidad puede producir deformidades sobre los huesos. El aspecto positivo de la obesidad es que protege a la mujer de la osteoporosis.

h) Hiperuricemia. La obesidad se relaciona con un aumento de ácido úrico y éste, a su vez, puede provocar ataques de gota. i) Neoplasias (tumores malignos). La obesidad se asocia a una mayor mortalidad por cáncer de próstata y colorrectal en varones, mientras que en las mujeres la mortalidad se eleva en el cáncer de útero, ovario, endometrio, mama y vesícula biliar.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Factores que influyen en el origen de la obesidad

La obesidad es una enfermedad en la que se encuentran implicados múltiples factores y muchos de éstos todavía no son muy bien conocidos. Actualmente, en algunos casos de obesidad, no podemos responder por qué una persona puede llegar a ser obesa. Tres factores básicos están implicados en la génesis de la obesidad, genético, ambiental y el sedentarismo, y otros menos importantes cuantitativamente como son los producidos por medicamentos o por distintas enfermedades.

a) Factor genético:
Con los conocimientos actuales es muy difícil poner en duda que algunas obesidades están escritas en el código genético, aunque parece que este factor aislado no es suficiente para que aumente la reserva grasa, si no se añaden otros. De la historia contemporánea podemos extraer varios ejemplos en los que se intuye que la carencia de alimentos es un factor determinante sobre el factor genético. Sería el caso de países azotados por guerras, los campos de concentración, las zonas pobres como el África subsahariana, en los que encontrar el problema de la obesidad es más bien una quimera.

b) Factor ambiental:
Todavía permanecen en nuestra memoria colectiva los binomios delgadez-enfermedad, obesidad-salud, delgadez-pobreza y obesidad-riqueza. En nuestro medio estas asociaciones se han visto reforzadas por dos acontecimientos, la eclosión de la tuberculosis (TBC) y la Guerra Civil española. En la época en la que no existía un tratamiento adecuado para la TBC se recomendaban reposo y sobrealimentación, creándose una falsa relación entre obeso y curación, y delgadez y muerte. Esta memoria histórica transmitida de padres a hijos ha creado una tendencia a sobrealimentar a los niños, lo que puede dar como resultado un aumento de la obesidad en edades infantiles que posteriormente se transforman en obesidades adultas. El aprendizaje de los hábitos dietéticos en la edad infantil es muy importante, ya que condiciona los hábitos del adulto. Los binomios expuestos al principio de este apartado están cambiando lentamente, pero todavía un bebé "gordito" equivale a hermoso. De forma más rápida está cambiando la asociación peso-dinero, ya que en la actualidad la delgadez se relaciona con el éxito social hasta tal punto que a veces se producen distorsiones importantes en la esfera psíquica, que provocan enfermedades como la anorexia nerviosa.
Actualmente en las sociedades industrializadas la población suele seguir una dieta rica en grasas y con un aporte de kilocalorías superior a sus necesidades.

c) Sedentarismo:
 Las sociedades desarrolladas han evolucionado en pocos años de forma espectacular hacia el sedentarismo. Se pueden distinguir tres tipos: el de la actividad física programada, el de las actividades cotidianas y el producido por inactividad por enfermedad. Ejemplos de actividad física programada son los gimnasios, competiciones, carreras, etc. La actividad cotidiana serían los pequeños ejercicios que habitualmente se hacen sin que la persona sea consciente de ello; estas pequeñas actividades han demostrado ser más efectivas para la prevención del aumento de peso que la actividad programada. Con el ferrocarril, el teléfono, los vehículos de tracción motora, los ascensores, el mando a distancia o los servicios a domicilio la actividad física cotidiana ha disminuido de forma sustancial, lo que ha conducido a un menor gasto energético y a disponer de más tiempo libre, que muchas veces se dedica a comer, lo que lleva, como consecuencia directa, a un aumento de peso.

d) Enfermedades:
El ovario poliquístico, el síndrome de Cushing, el hipotiroidismo, el hipogonadismo, el síndrome de Stein-Leventhal, el síndrome de Laurence-Moon-Bield, el síndrome de Carpenter, el síndrome de Summit, el síndrome de Cohen, la acromegalia, el síndrome de Prader-Willi o la bulimia suelen cursar con obesidad, aunque este grupo de enfermedades afecta a un porcentaje muy bajo del total de obesos.

e) Medicamentos:
Los glucocorticoides, los antidepresivos tricíclicos y los estrógenos (anticonceptivos) son los fármacos más directamente relacionados con el aumento de peso.

domingo, 28 de agosto de 2011

¿Qué es la Obesidad?

La obesidad es una enfermedad crónica, que se caracteriza por un exceso de grasa, que a su vez se traduce en un aumento de peso. La obesidad es el trastorno metabólico más frecuente de las sociedades desarrolladas. Aunque estamos muy acostumbrados a oír la frase "mi exceso de peso es por retención de líquidos", hay que desmitificar esta creencia popular, ya que es muy poco frecuente que el aumento de peso se deba a una retención hídrica. Enfermedades como la insuficiencia cardíaca, renal o hepática, sí pueden ocasionar un aumento de peso a causa de la retención de agua que pueden provocar, pero este aumento de peso no debe considerarse obesidad, ya que ésta se produce cuando hay un aumento de grasa y en estos casos lo que se produce es un incremento de agua.
Existen algunas situaciones excepcionales en las que, los sujetos pese a tener un peso alto, no son obesos, como sucede en el caso de los culturistas, que presentan en realidad un desarrollo excesivo de la masa muscular.
La cantidad de grasa normal varía según el sexo y la edad.
Porcentajes normales de masa grasa, en tanto por ciento de peso corporal:

Edad en años
 Mujer     (%)
Hombre (%)
15-2018-2215-18
21-2521-2316-20
26-3022-2419-21
31-3524-2620-21
36-4525-2721-23
46-5028-3022-23
51-6029-3123-24
>6029-3124-25

miércoles, 24 de agosto de 2011

Tratamiento de los Trastornos de alimentación

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se han convertido en un problema de salud de primer orden. Si bien no se ha llegado a establecer ningún procedimiento estandarizado para su tratamiento pero sí que se ha llegado a un consenso en cuanto a que el abordaje de estos trastornos ha de ser MULTIDISCIPLINAR, entendiéndose por esto que en el tratamiento han de participar varios profesionales desde campos de actuación diferentes, pero coordinados.

Los profesionales implicados en este tratamiento han de ser psicólogo, psiquiatra, nutricionista y, en algunos casos, ginecólogo.

Para un tratamiento adecuado han de contemplarse tanto los aspectos médicos como los psicológicos, pero la organización o priorización de estos va a depender del estado o fase de la enfermedad y del cuadro que se presente.

Si se admite que la etiología de la anorexia nerviosa (y de la bulimia nerviosa) es multifactorial, su abordaje terapéutico debe contemplar diferentes aspectos, ser flexible y adaptarse a las especiales características de cada paciente, lo que indudablemente supone una dificultad añadida
(Garcia-Camba, E. 2001)

En el caso de la anorexia nerviosa el primer paso es la valoración física y nutricional. Esta comprobado que no se podrá llevar adelante un abordaje psicoterapéutico adecuado si no se consigue una estabilización nutricional correcta, lo cual pasa por una fase de renutrición. En esta situación, la psicoterapia consistirá en un apoyo a la renutrición, y solo después se podrán abordar los aspectos psicoterapéuticos para convertirse en el eje de la recuperación.

En el caso de la bulimia nerviosa se valorará el nivel de descontrol e impulsividad, pero los aspectos psicológicos se podrán abordar desde el primer momento.

Cualquier plan de tratamiento para un paciente con un Trastorno de la Conducta Alimentaria debe incluir métodos para normalizar su alimentación [...]. Por supuesto, con solo realimentar a un paciente no se obtendrán remisiones duraderas si no se acompañan de un tratamiento psiquiátrico adecuado
(INSALUD, 1995)

 

jueves, 2 de junio de 2011

¿Qué es la Anorexia y la Bulimia?

La anorexia y la bulimia son enfermedades psiquiátricas del grupo de los trastornos de la conducta alimentaria que afectan del 1 al 4 % de las adolescentes y mujeres jóvenes.
Son trastornos crónicos graves que requieren tratamiento continuado por un equipo coordinado de especialistas (pediatra, psiquiatra, psicólogo, psiquiatra infantil, endocrinólogo, dietista) para prevenir recaídas y complicaciones.
Son mucho más frecuentes en mujeres que en varones, y los síntomas suelen iniciarse en la adolescencia o edad adulta joven.
En muchos casos se acompañan o se complican con síntomas de depresión y ansiedad.

¿Cuáles son sus síntomas?


Los síntomas principales de la anorexia nerviosa son:
  1. miedo intenso a ganar peso.
  2. distorsión de la imagen corporal o verse gorda a pesar de estar muy delgada.
  3. reducción del peso por debajo de lo normal, hasta llegar a malnutrición.
  4. en mujeres, pérdida de la menstruación durante al menos 3 ciclos consecutivos.
Los síntomas principales de la bulimia nerviosa son:
  1. episodios repetidos de atracones (comer mucha cantidad en muy poco tiempo con sensación de falta de control).
  2. comportamientos compensatorios inadecuados tras el atracón para evitar ganar peso (vómitos, uso de medicación, ejercicio, ayuno).
  3. los atracones y comportamientos compensatorios ocurren al menos 2 veces por semana durante 3 meses
  4. la imagen personal y la autoestima están muy influenciadas por el peso, talla y forma corporal.
Además existen los llamados trastornos de la conducta alimentaria no especificados, que son formas incompletas que no cumplen todos los criterios clinicos de anorexia o bulimia, pero que causan problemas. En el caso de formas incompletas de anorexia, no se debe esperar a que el peso baje mucho ni a que se pierda la regla para iniciar el tratamiento.
Uno de los trastornos de la conducta alimentaria es el trastorno por atracones, donde hay atracones como en la bulimia, pero no hay episodios de vomíto, por lo que estos pacientes tienen obesidad. El trastorno por atracones es mucho más frecuente en personas que acuden a consultas de pérdida de peso y en personas con obesidad mórbida.

¿Cuáles son sus causas?


Aún no se conocen las causas de la anorexia y la bulimia.
Se sabe que hay una serie de factores psicológicos, físicos, académicos, y sociales que producen una caída de la autoestima y una falta de control. A partir de estos factores, una dieta de adelgazamiento restrictiva puede desencadenar el problema.
También hay factores genéticos, ya que los familiares de primer grado (padres, hijos, hermanos) de un paciente con anorexia tienen un riesgo 6-10 veces mayor de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. Además, una historia de depresión en un familiar aumenta el riesgo de padecer anorexia o bulimia.
Se cree que puede haber un problema en la regulación de la serotonina, ya que los antidepresivos inhibidores de recaptación de serotonina (ISRS) mejoran los niveles de este neurotransmisor y son útiles en el tratamiento de la bulimia.
No está claro cuales son los factores familiares, y se piensa que los problemas de convivencia que se ven en algunas familias de chicas con anorexia son el resultado y no la causa de la enfermedad.


 

domingo, 15 de mayo de 2011

Diez razones por las que consultar a un Dietista-Nutricionista:

1. ¿Desea comer de una forma saludable?
Un dietista-nutricionista puede aclararle sus dudas sobre alimentación y ofrecerle un plan alimentario saludable. Puede enseñarle a: leer las etiquetas de los supermercados, técnicas de cocinado saludable, planificar sus menús familiares, etc.

2. ¿Sufre de diabetes, problemas cardiovasculares o hipertensión?
Un dietista-nutricionista forma parte integral de su equipo de atención médica, dándole las pautas de higiénico dietéticas como apoyo al tratamiento y ayudándole a reeducar sus hábitos alimentarios.

3. ¿Tiene problemas de peso?
Un dietista-nutricionista puede brindarle las herramientas y el apoyo necesarios para solucionar saludablemente sus problemas de peso: por exceso (sobrepeso, obesidad) o por defecto (bajo peso, malnutrición) mediante dieta, actividad física, etc.

4. ¿Tuvo o está pensando en someterse a una cirugía bariátrica?
Un dietista-nutricionista lo ayudará a reeducar sus hábitos alimentarios a su situación y necesidades.

5. ¿Su hijo/a adolescente tiene problemas con la comida y con alimentarse saludablemente?
Un dietista-nutricionista puede ayudarle a prevenir y como apoyo al tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria: anorexia, bulimia, etc.

6. ¿Tiene problemas digestivos?
Un dietista-nutricionista cualificado trabajará junto a usted y su doctor para ayudarlo a ajustar su dieta.

7. ¿Está embarazada o tratándose de quedar embarazada?

Un dietista-nutricionista le puede ayudar a asegurarse de que su alimentación le proporciona los nutrientes necesarios durante esta etapa de su vida.

8. ¿Está cuidando a una persona mayor?
Un dietista-nutricionista puede ayudarlo con la posible interacción de alimentos-medicamentos, la hidratación apropiada, la adaptación de las dietas por causa del envejecimiento u enfermedades.

9. ¿Desea mejorar su rendimiento deportivo?
Un dietista-nutricionista lo puede ayudar a fijarse metas para lograr una optimización de su rendimiento en los distintos niveles de actividad física.

10. ¿Desea que su colectivo de restauración tenga un asesoramiento para conseguir menús saludables?
Un dietista-nutricionista puede resolver las posibles dudas y colaborar en el diseño de los platos que compongan su menú, ajustándolos al colectivo específico al que va dirigido.



Basado en: Las diez mejores razones por las cuales puede ser beneficioso consultar a un dietista- nutricionista certificado, de la Asociación de Dietistas Americana (ADA).

  

sábado, 7 de mayo de 2011

¿Qué es un Dietista-Nutricionista?

En el Real Decreto 433/1998, de 20 de marzo (B.O.E. 15-04-1998), se establece el título universitario oficial de Diplomado en Nutrición Humana y Dietética y las directrices generales propias de los planes de estudios conducentes a la obtención de aquel.
Según la Conferencia de Consenso del Perfil Profesional del Diplomado en Nutrición Humana y Dietética: “Un dietista-nutricionista es un profesional de la salud, con titulación universitaria, reconocido como un experto en alimentación, nutrición y dietética, con capacidad para intervenir en la alimentación de una persona o grupo, desde los siguientes ámbitos de actuación: la nutrición en la salud y en la enfermedad, el consejo dietético, la investigación y la docencia, la salud pública desde los organismos gubernamentales, las empresas del sector de la alimentación, la restauración colectiva y social”.
Según la European Federation of the Associations of Dietitians (EFAD): “El dietista es una persona cualificada y legalmente reconocida para poder aconsejar una buena alimentación, tanto para grupos de personas o de individuos en buen estado de salud, como de los que necesitan un régimen terapéutico”.
La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, establece como tal, en su artículo 2, que la profesión de dietista-nutricionista es aquella para cuyo ejercicio habilita el título de Diplomado en Nutrición Humana y Dietética. Por otra parte, el artículo 7.2.g) califica como Dietistas-Nutricionistas a los Diplomados universitarios en Nutrición Humana y Dietética que desarrollan actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, de acuerdo con los principios de prevención y salud pública.

viernes, 6 de mayo de 2011

Empezamos...

¡Hola!

Me llamo Juan Alberto, soy Dietista-Nutricionista, especializado en Trastornos Alimentarios y Obesidad.

Abro esta pequeña ventana en internet para intentar concienciar a nuestros gobernantes, tanto nacionales como autonómicos (da igual el color político), de la gran importancia que esta profesión tiene. Actualmente la Nutrición es clave para la prevención y el tratamiento, no sólo de las patologías nutricionales, sino de una gran mayoría de enfermedades (cáncer, diabetes, hipertensión, osteoporosis, etc.) que mejoran notablemente con una correcta alimentación.

Estamos en una sociedad que poco a poco se va dando cuenta de la importancia que una correcta alimentación tiene en nuestra salud. Sin embargo, muy pocos centros sanitarios cuentan con profesionales de la Nutrición (entiéndase por profesional de la Nutrición aquella persona diplomada en Nutrición Humana y Dietética, profesión sanitaria regulada según la ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias). En la sanidad pública este papel ha sido y está siendo desempeñado por profesionales de otras áreas sanitarias. También cabe destacar el gran intrusismo que hoy día sufre nuestra profesión.

Por ello quiero hacer de este espacio, un espacio de información veraz en materia de Nutrición, proporcionada por un profesional de la misma. Quisiera contribuir con mi pequeño grano de arena para que todas aquellas personas interesadas en la prevención o tratamiento de las enfermedades relacionadas con la nutrición, sin acceso a un Dietista-Nutricionista, puedan aclarar sus dudas, mejorar sus pautas alimentarias, su calidad de vida, etc. En definitiva, contribuir a la mejora de la salud.

Os animo a enviarme vuestros comentarios, sugerencias, dudas y/o consultas a través de este blog o de mi correo electrónico.

Que tengáis un buen fin de semana.