miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿La paradoja del obeso sano es real?

Generalmente, la impresión que se suele tener de una persona obesa es la de alguien con una enfermedad crónica, cuyos análisis sanguíneos indican parámetros totalmente descontrolados.

Sin embargo, casi un tercio de los obesos en España, presenta parámetros analíticos normales.

Hace tiempo, importantes investigaciones identificaron un tipo de población obesa cuyas células grasas o adipocitos son sanas y permiten multiplicarse con relativa rapidez sin daño aparente.

No obstante, las intenciones de estos estudios son las de encontrar mecanismos bioquímicos en estas personas que ayuden en el tratamiento de otros obesos o de personas sanas con algún trastorno metabólico.

Por tanto, no debemos dejarnos influenciar positivamente restando importancia a esta patología ya que, aún siendo evidente que unos parámetros analíticos favorables indican un grado relativo de salud, también es importante dejar claro que las consecuencias de la obesidad se manifiestan a corto plazo en dolores osteo-articulares y a medio y largo plazo, fundamentalmente en hipertensión, enfermedades cardiovasculares y cáncer.

La obesidad es, por tanto, una enfermedad silenciosa pero, no olvidemos, se trata de una patología crónica y grave.

Por otra parte, se ha demostrado también en otros estudios e investigaciones que en la gran mayoría de personas obesas, las células grasas o adipocitos se inflaman acumulando cada vez más energía y dando lugar a perfiles de alto riesgo.

Estos estudios están sirviendo para encontrar dianas terapéuticas que ayuden en un futuro al tratamiento de esta epidemia del siglo XXI denominada Obesidad, ante la cual tanto población e instituciones, como científicos y profesionales estamos obligados a seguir combatiendo.

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